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EXPLORACIÓN DEL MEDIO

Jugar es la forma favorita de nuestro cerebro para aprender

¿Cómo soy?

Un juego muy interesante para que los pequeños identifiquen sus cualidades positivas. En una cartulina grande ayuda a tu hijo o hija a dibujarse (también se puede dibujar a papá y mamá en otras cartulinas).

A su vez, ten preparadas diferentes cualidades positivas escritas en papelitos. El pequeño verá cada papel y decidirá si se siente identificado o no. Si es así, se pegará  la cualidad en el cuerpo del dibujo. Poco a poco, irá identificando sus cualidades positivas. Se puede hacer con cualidades menos positivas también, pero siempre con la idea de la autoaceptación ser amable, sin juzgar y criticar. De esta manera, puede reconocer cómo es su personalidad, aceptarla y centrarse en aquellos aspectos positivos de la misma.

Estatuas de las emociones

Es un juego muy utilizado en las artes escénicas y debe adaptarse un poco a las edades con las que estamos jugando. Ha de haber una persona guiando la actividad y dos grupos distintos. Se trata de poner música, caminar y bailar con libertad y cuando se pare, el primer grupo debe quedarse como estatuas reflejando una emoción, la que quieran, y el segundo grupo deberá adivinar qué emoción es. Se puede jugar desde 2 personas (más la persona que guía) hasta grupos grandes de personas.

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Historia con un dibujo

Muestra al niño un dibujo simple, puede ser la ilustración de un libro o de algún dibujo que no sea conocido por él. Después pídele que se imagine lo que está haciendo el personaje y que arme una historia a partir del dibujo. 

La historia debe incluir personajes que no aparecen en el dibujo, que es lo que está haciendo el personaje y cómo terminará la historia.

Lluvia de preguntas

Utilizando un dibujo o una ilustración donde aparezca un personaje central, el niño debe plantearse el mayor número de preguntas posibles relacionadas al mismo ¿Qué hace?, ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿Cuál es su color favorito? etc.  Deja que corra su ingenio y que se plantee todas las preguntas posibles, aunque no puedan verse a simple vista.

El refranero alternativo

Piensa en todos los refranes que se te ocurran como: “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Esto es pedir peras al olmo” escribe la primera parte del refrán en una hoja.

Luego, pon todos los papeles en una bolsa y cada jugador debe escoger un papel y dispone de 15 segundos para sugerir un final. La gracia del juego está en alentar a los niños a encontrar finales divertidos y originales.

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